Los soñadores se adueñan de nosotros. Siempre lo han hecho. Han llegado a ser grandes constructores de ciudades, fundadores de universidades, traductores de biblias, iniciadores de movimientos, protagonistas de la historia, músicos, artistas, legisladores y creadores de tecnología que han afectado a miles, con lo que un día nació dentro de ellos.
A pesar de la oposición, la risa, el ridículo, las penurias o la persecución, estas personas nunca desistieron en alcanzar lo que un día vieron en sus mentes y sintieron en sus corazones.
¿Recuerdan al soñador Bill Gates? El soñaba con un software, y si estás escribiendo en una PC, estás participando de su sueño. ¿o que tal Jan Koum cofundador de Whatsapp?, estoy seguro que así como los 1.500 millones de usuarios lo tenés instalado en tu teléfono móvil. Cada día se envían más de 60 mil millones de mensajes, ¡y vos estás agrandando su sueño!. Estos son dos soñadores que han moldeado nuestra vida cotidiana de una manera muy real. ¿Quiénes más? ¿Qué les parece Martin Luther King, Jr.? ¿Quién puede olvidar sus palabras: “Tengo un sueño”? El inició un movimiento de moralidad que nos hizo mejores a todos los seres humanos. ¿Y cómo olvidar a José? , el hijo de Jacob, con solo diecisiete años, Dios ya le había dado un enorme sueño que involucraba posiciones de gobierno, liderazgo y compasión para su nación. Pero ¿Dónde están los otros soñadores que pueden hacer mejores a nuestras naciones?, ¿Dónde están esas personas que sueñan con algo más que vendernos algo?
»Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad. Sus hijos e hijas profetizarán, los ancianos tendrán sueños, y los jóvenes tendrán visiones. (Joel 2:28)
Importante diferencia
Un deseo es solo un pensamiento pasajero por el cual nunca tomamos acción. No se van a convertir en nuestras metas, claro que nos gustaría tenerlos pero no implican un cambio de vida. Un deseo muy común en las personas es el de viajar, la distracción y el entretenimiento. Pero un sueño es algo diferente, un sueño es algo que captura tu corazón, enciende tu imaginación y te llena de esperanza por verlo materializado.
Un sueño se convierte en algo tan importante que te consumirá por verlo realizado y será muy difícil dejarlo de lado. Puede suceder en un solo momento, o puede cautivar tus pensamientos durante años. A veces, cuando el sueño es realmente grande, lo abrazás y, de alguna manera, parece que el sueño te abraza a vos.
Así pues la diferencia entre un sueño y un deseo es que el primero cambia tu vida ya que representa tu pasión, ilusión y sabés que naciste para llevarlo a cabo. Un deseo en cambio es algo que nos gustaría pero que no forma parte de la meta final de nuestra carrera.
Algo más que un sueño
Nuestros sueños a menudo consisten en experimentar una vida mejor, en lograr cosas más grandes ... son imágenes que tenemos del futuro que revelan una parte de nuestras vidas que será mayor que el pasado. Se necesita coraje para soñar. Cada vez que te atrevés a soñar, hay riesgos involucrados. ¿Qué pasa si nunca sucede? ¿Qué pasa si cuesta demasiado? ¿Qué pasa si la gente se ríe de vos?
José fue falsamente acusado y puesto en prisión. Puedo imaginarlo año tras año orando: "Dios, por favor sácame de esta prisión. Dios, sabes que no hice nada malo". El sueño de José era ser algún día libre. Pero Dios dijo: "José, eso es demasiado pequeño. No solo te sacaré de la cárcel, sino que te haré gobernante de toda la nación".
Dios, supera ampliamente nuestros sueños como dice Efesios 4:20 “El es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros,” ¿Qué estás soñando últimamente? porque Él quiere hacer mucho más. Pero lo que no dice es que va a ser fácil, no augura un camino sin dificultades, al contrario, se levantarán voces negativas, recibirás piedras o te encontrarás en un callejón aparentemente sin salida, pero ten fe y continúa. Si Él puso un sueño en tu corazón, si hay una promesa arraigada en vos, Dios no solo la puso allí por una razón, no la olvidará, al contrario, quiere llevarlo a cabo.
Asesinos de sueños
¿Por qué es importante que tengamos sueños?. Porque el enemigo también tiene uno, en Juan 10:10 dice: El ladrón viene para matar, hurtar y destruir… Este es el sueño que el enemigo tiene para nuestra generación, mientras nos quedemos en el nivel de “desear” cosas para Dios, y no “Soñar” (Proyectarnos, planear, ejecutar y ver hecho realidad), ellos están avanzando en el sueño de extinguir la fe en nuestras escuelas, trabajos, lugares públicos, trayendo sus ideas de muerte para nuestros niños antes de nacer o la destrucción del concepto de familia. Debemos tener un sueño para esta generación y debemos llevarlo a cabo ya.
Este es un tiempo crucial en nuestra historia, estamos a una generación de morir, si no nos despertamos. No dejemos en las manos del enemigo los sueños que nosotros debemos ganar. Jesús también tiene un sueño, una visión clara para la humanidad y dice: “… pero yo he venido para darles VIDA en abundancia”… en el idioma en que se escribió este versículo dice que “abundancia” significa “sin límite, sin medida y mucho más” ese es el sueño de Dios y debe ser la clase sueños que debemos tener.
Y una vez más hago la pregunta: ¿Somos soñadores? ¿Podemos nosotros, los que amamos a Dios, tener un sueño para nuestra nación? Dios realmente quiere comenzar una revolución en nuestra tierra y Él está esperando que nosotros soñemos a favor de nuestra gente. Es tiempo de tomar valentía y atrevernos a hacer cosas grandes para Dios.
Levantá tu voz
Si deseamos tener una voz para dar un nuevo rumbo a nuestra nación, no debemos solamente concentrarnos en los problemas, debemos pedirle al Señor soluciones de manera creativa. No podemos simplemente decir no me gusta esto o aquello y que queremos esto tal y como sea. Tenemos que ser quienes tengan un sueño para los que sufren, para las jóvenes embarazadas, los adictos, la corrupción, la falta de ética, la pornografía, etc.
Aparentemente tenemos una tarea imposible. Así que, ¿dónde empezamos? Necesitamos soñar sueños individuales y globales, pero debemos ser estratégicos y sabios. Consideremos a Rudy Giuliani en la ciudad de Nueva York. El libro de pornografía la ciudad de una manera impensable, él sabia que no podía usar la “moral” como base para eliminarla porque la gente gritaría “libertad de expresión”. Así que hizo que se aprobara una ley que decía que no podría venderse pornografía a 152 metros de una escuela ni a 300 metros de un lugar de adoración. Bueno, ¡Hay 16.000 escuelas en Nueva York y miles de iglesias y sinagogas! ¡Con una firma cerró miles de centros de distribución de pornografía!.
Tenemos que pedirle sueños y estrategias para combatir las tinieblas, pensemos en ideas creativas para ayudar a dar soluciones y que nuestra voz pueda ser escuchada en cada cuadra de nuestra nación.
¿Cómo vivir nuestros sueños?
1. ORÁ FERVIENTEMENTE: Que Dios exponga la fuente de tus sueños y lo que Él quiere enseñarte a través de él. Muchas veces los sueños nacen de cargas que sentimos o cosas que vemos que necesitan ser cambiadas.
2. ESCUCHÁ ATENTAMENTE: Conectate con el Señor, pasá tiempo desarrollando el sentido de la escucha. Pedí que te revele cual es el propósito que Él tiene para vos en lo que te está mostrando.
3. ESCRIBÍ TODO. Tomá una libreta y escribí lo que recordás: ideas, imágenes, personas, etc.
4. TRAZÁ OBJETIVOS: ¿Qué deseo lograr? Es muy importante tener objetivos escritos que expresen lo que está en nuestra mente.
5. PONETE METAS CLARAS: ¿Cómo voy a lograrlo? Qué pasos voy a tomar para que este sueño sea real.
6. UTILIZÁ LOS RECURSOS: ¿Con qué cuento hoy?. Puede ser material, intelectual o personal que pueden sumar a lo que estoy soñando.
7. MARCÁ PRIORIDADES: Qué decisiones voy a tomar a corto, mediano y largo plazo (estudiar, prepararme, aprender nuevos idiomas, dejar de gastar para ahorrar con propósito) para alcanzar sostenidamente lo que Dios puso en nuestros corazones.
Por Diego Cáceres
Gentileza Revista Somos Uno